1941, Madrid Un inspector condenado por lealtad a la República debe resolver un sangriento asesinato. Si lo consigue puede que vuelva a ser libre…
Carlos Lombardi, expolicía criminalista y ahora preso político por lealtad a la República, cumple redención de pena en Cuelgamuros trabajando en las obras para el mausoleo del Valle de los Caídos. Pocos días antes de Navidad, Lombardi es liberado inesperadamente y trasladado a las dependencias de la Policía, donde le recibe su antiguo jefe Balbino Ulloa, a quien años atrás ayudó a no ser expulsado del cuerpo facilitándole un improvisado carné del Frente Popular. La policía del nuevo régimen le necesita para resolver un caso que a pesar de lo escandaloso no se ha filtrado a la prensa: el asesinato de un sacerdote que ha sido degollado, torturado y castrado. El horrendo crimen parece haber sido cometido por el mismo asesino al que Lombardi pisaba los talones en 1936, antes de la Guerra.
Ulloa le insta a hacerse cargo de la investigación como una «comisión de servicio» y la promesa de un posible indulto en el futuro...
«Guillermo Galván cuenta con buen pulso una época tan desgarradora como apasionante».
Ignacio del Valle
«Habría que situarla junto a algunas obras o autores que supieron entender la trascripción de unos acontecimientos históricos en el formato de un relato literario de calidad: Robert Graves, Horward Fast, Joseph Roth, Hella S. Hasse o Yourcenar».
Ester Lázaro, ABC, sobre Sombras de Mariposa
«Pistas falsas, sentimientos verdaderos, crímenes y suplantaciones, abominación o perdurabilidad de los dogmas... O, simplemente, una buena novela».
Juan Bolea, El Periódico de Aragón, sobre Llámame Judas
«El pulso de la vida magistralmente vertido en una prosa desnuda y eficaz».
Juan Eslava Galán, sobre Antes de decirte adiós.