Los niños pequeños viven en un ambiente lleno de información, y todavía tienen que dominar sus emociones y resistir el estrés. Se ha demostrado que la relajación y las técnicas simples de meditación les ayudan a manejar la presión, aumentar la concentración y el enfoque. Esta técnica de relajación ayuda a los niños a concentrarse en su respiración, que es la forma más rápida de calmar la mente, y la técnica más fundamental en la meditación en general.