Moralito es un hombre de campo, analfabeto, que sufre en un grave accidente con su caballo que lo deja paralítico. Pasará muchos meses acostado en la cama de un hospital. En ese tiempo conocerá a Néstor, un asistente social que le ensenará a leer usando el Quijote como herramienta. Moralito no tardará en sentirse identificado con el libro y a partir de esto, su mundo empezará a transformarse.
Moralito vive en el campo, lejos de la ciudad. Un día sufre un accidente trabajando con su caballo. Termina paralítico y convaleciente en un hospital. Allí conocé a Néstor, un asistente social que le ensenará a leer usando el Quijote como herramienta. Moralito siente que de alguna manera el Quijote cuenta su vida, que el Quijote es él. Se apropia de su forma de hablar, de sus pensamientos y de su visión del mundo. Mientras, un amigo abogado de Néstor sugiere demandar al patrón de Moralito por tener trabajadores en negro y abandono de persona. Abdala, el patrón, no tarda en presentarse en el hospital con la intención de seducir a Moralito para que se vuelva con él campo y evitar cuestiones judiciales que lo perjudiquen. A partir de esto, Moralito se debatirá entre seguir sus nuevos impulsos vitales guiados por la fe ciega en el Quijote o la vuelta al campo de la mano de su patrón, el senor Abdala, el senor que Moralito siente como un padre.