Los derechos humanos son una gran conquista de la historia moderna. Cuidar de ellos es cuidar de una de las principales herramientas para salvaguardar las condiciones mínimas de existencia y expresión de la diversidad social y política. Luis de la Barreda Solórzano, primer presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, con amplia trayectoria en investigación y estudios jurídicos, plantea en este libro una duda razonable: ¿Ha sido el compromiso social de la izquierda motivo suficiente para el cuidado de los derechos humanos?
En el inicio de este volumen el autor nos dice: "La izquierda siempre ha mantenido un sentimiento de superioridad moral respecto de todas las demás fuerzas políticas." Esta superioridad moral, apunta con gran precisión, está fundamentada en el objetivo que pregonan con fuerza las agrupaciones y los gobiernos izquierdistas: tener una sociedad más justa e igualitaria. Es debido a ello que, continua de la Barreda, "el solo hecho de que un gobierno se proclame de izquierda tiene como consecuencia que sus errores o abusos, incluso los más evidentes y escandalosos, sean juzgados por observadores de la vida pública con cierta indulgencia..."