El tiempo es una secuencia de eventos, es una continuidad, en la que estos acontecimientos, que ocurren uno tras otro, van del pasado al presente y del presente al futuro, esta definición de Albert Einstein, coincide con el pensamiento del Dr. Camilo Cruz. Un triunfador y un fracasado cuentan con 24 horas al día, la diferencia entre los dos es su forma de administrar su propio tiempo.
El primero es un ser proactivo que ha identificado previamente sus valores, suenos y metas, mientras que el segundo vive de un modo reactivo, sin controlar ningún acontecimiento en su vida y siempre está a la espera de lo que le brinda el nuevo amanecer.
El grado de productividad de cada persona no lo determinan los minutos, ni mucho menos los segundos, sino la ejecución de actividades diarias y su coherencia con la realización de los suenos. Sólo así se consigue la paz interior que todos anhelan.