En esta colección de relatos de interioridad tortuosa, de complicidades mudas, de epifanías sutiles, Isabel Hion construye, con una prosa cálida y precisa, un muestrario de voces que nos convierten en confidentes de cruentas relaciones entre padres e hijos, situaciones cargadas de simbolismo onírico, de personajes que comparten una melancolía poco común en la narrativa breve contemporánea.