Me involucré profundamente en el ámbito espiritual, mi convicción era acercarme a una conexión universal. Poco a poco, paso a paso, fui experimentando las diversas dinámicas que me ayudaron a progresar, hasta darme cuenta de que nunca hay un fin y que siempre soy un joven aprendiz. Como todo aquel que tiene una pasión, la mía fue sumergirme en la sinceridad de mi ser. El camino que pude recorrer y agradecer me permiten desafiarme para poder compartir nuevamente con ustedes iniciativas que me permitieron encontrarme para ser quien soy, habiendo logrado lo que debí hacer hoy puedo sentir lo que es hoy.