7 horas de narración con efectos especiales y música. La autora, en medio del drama existencial, descubre el doble papel de Carmen Amaral, madre trabajadora y protectora de los inmigrantes indocumentados en completo anonimato, especie de ''ángel protector''. Antes de morir, su consigna fue: ''Salvemos a un millón de niños nacidos en territorio estadounidense cuyos padres serán deportados por no tener documentos''. Como Luther King, Carmen Amaral, en su lecho de muerte, tuvo un épico sueño: ''Que Estados Unidos llegaría a ser un país sin fronteras, sin alambradas, sin policías, una nación que tendería la mano generosa a sus vecinos en paz y harmonía''. Este problema es controvertido porque involucra a 12 millones de personas cuyo destino está amenazado permanentemente con la deportación.