Arthur Conan Doyle nos sumerge, a través de una impecable estructura argumental, en el relato de una magistral obra de misterio y suspenso.
Sir Henry Baskerville, el último vástago de la antiquísima dinastía familiar, se traslada desde Canadá hasta el Reino Unido, con motivo del inesperado fallecimiento de su tío Charles, en extrañas circunstancias. A su llegada descubre, entre otros misterios relacionados con la muerte de Sir Charles, que existe una vieja leyenda en los helados páramos de Dartmoor, sobre un enorme sabueso que merodea el lugar, relacionado con una vieja maldición que pesa sobre los Baskerville y es considerada como la causante de todas sus tragedias. El doctor James Mortimer, amigo de la familia, requiere los servicios del afamado detective Sherlock Holmes, para desentrańar el desconcertante caso.
El erudito investigador del razonamiento científico, Sherlock Holmes, enfrentará el reto de resolver un enigmático crimen relacionado con el espectro de un perro diabólico y sobrenatural. Para ello, deberá confrontar sus aplastantes argumentos lógicos con las supersticiones del pasado: "Elemental, mi querido Watson!"
