Una de las primeras novelas de Juan Ramón Biedma, en la que ya se aprecia el gusto por la realidad oscura y el coqueteo con el terror más truculento presente en toda la obra del autor. La Sevilla contemporánea se ve azotada por una serie de asesinatos que tienen una cosa en común: todas las víctimas tienen algún tipo de deformidad. La caza al asesino se desarrollará a través de un laberinto gótico, desquiciado y violento.